Para los que no somos muy avezados en historia, que somos casi todos los habitantes de Cartagena, les contamos que en 1913 con motivo del primer centenario de la Independencia, se publicó una colección de "joyas literarias" de Dr. Arcos (Camilo S. Delgado) que habían aparecido en las ediciones dominaceles de "EL PORVENIR"; En estas historias el Dr. Arcos recogió en forma cuidados y fiel, las narraciones de venerables ancianos nonagenarios y centenarios que para la época habían sido testigos de muchos de los hechos narrados. Es, como dice la introducción al libro: "la verad histórica, límpida y transparente, como va filtrada por el tiempo, depurador de pasiones y acrisonador de la experiencia". continúa afirmando que el Dr Arcos para desarrollar su obra creyó mucho en la Tradición y la Leyenda y dudaba un poco de las "apergaminada documentaciones" y buscó la historia de los labios de los abuelos. Sabemos, tal como lo dice Eduardo Lemaitre, que es díficil separar en las leyendas el mito del hecho verídico. Y más aún separala de su propia posición social.
Compartimos hoy una historia de valientes.
EL TERROR DE LOS MALVADOS Parte I
"Tomado de Historias y Leyendas de Cartagena" III volumenes. (Ed. Mogollón, 1947).Tomo II pág. 31.
Apenas se supo en Cartagena la aproximación del ejército de Morillo, los defensores de la ciudad empezaron a tomar medidas más apremiantes para la defensa de la plaza y sus cercanías. Al capitán de Fragata Rafael Tono, se le comisionó la defensa de la Boquilla, a Soublette, Stuart, Piñango y Vega, el cuidado de la colina de la popa; a Sata, la comandancia del Castillo del Angel , y a Lea la protección de Bocachica.

Dos días después de haber llegado Lea a Bocachica con un puñado de valientes, Morillo completó el bloqueo a Cartagena por mar y por tierra, siendo el coronel Francisco Tomás Morales uno de sus oficiales y en quien más depositaba absoluta confianza.
Morales, apellidado por la historia el Atila colombiano y por Morillo "el terror de los malvados", era cruel y sanguinario aun con sus mismos allegados. De él se diceque a su mujer la trataba a puntapiés y que uno de sus hijos murió a consecuensia de los violentos golpes que le daba durante los frecuentes accesos de ira que le dominaban.
El ataque sobre tierrabomba, que ejecutó en la noche del 12 de noviembre de 1815 fué reñido, y en el demostró valor temerario cuanto arrojado, pero tan temerarios y valerosos como él fueron los patriotas, quienes defendieron el terreno palmo a palmo hasta que lograron rechazar el enemigo.
Refugiado a inmediaciones de Caño de Loro rehizo sus fuerzas. Dos días después presentó nueva batalla de la cual salió victorioso. Dueño de Tierrabomba, Bocachica quedó aislado y sin fuerzas suficientes para resistir el ataque de los españoles. En tal emergencia Leconudray y otros jefes y oficiales se aprovecharon de las embarcaciones de los emigrados que llegaron a Bocachica, y embarcados en ellas se hicieron a la mar dejando abandonada la guarnición que valientemente se había conducido en los momentos de peligro.
El coronel Lea, que se había negado a acompañarlos los vió partir, humedos los ojos de vergüenza. Y cuando apenas eran visibles las velas de los barquichuelos que se alejaban de la costa, volvió al poblado, y dirigiéndose a sus soldados y a los moradores de la población les dijo:

Dijo; y haciendo con las manos señal de que nada más tenía que añadir, vió desfilar ante sus ojos a todos aquellos valientes que tenían en él inquebrantable fe por la causa a la cual juraron obediencia. Ancianos y mujeres, hombres y niños, desfilaron ante él cabizbajos de tristeza, mas llevando en el corazón la confianza del triunfo.
Después un hondo suspiro se escapó de su pecho, y a su vez, abandonando el poblado, se internó en el laberinto de sus bosques, en los momentos en que el sol se ocultaba bajo el horizonte.
Cuando Morales llegó a Bocachica....
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